En la utopía de ayer, se incubó la realidad de hoy, así como en la utopía de mañana palpitarán nuevas realidades.
José Ingenieros


lunes, 17 de septiembre de 2007

Bergoglio: "La crispación no contribuye al encuentro"

Pidió más diálogo institucional, en un acto al que asistieron Macri y Telerman



Comenzó dando la primera señal de la tarde y bendijo el bastón de mando del próximo presidente de la Nación. Después se paró frente a un auditorio plagado de dirigentes y cerró la X Jornada Arquidiocesana de Pastoral Social con un discurso de alto contenido político: criticó el "desencuentro" y volvió a cuestionar la falta de diálogo institucional.

El primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, fue severo: "La crispación no contribuye a la cultura del encuentro". Estaba ante decenas de legisladores porteños, sindicalistas, empresarios y dirigentes de diversas extracciones políticas, encabezados por el jefe de gobierno porteño Jorge Telerman y por su sucesor, Mauricio Macri.

Luego del cierre de la actividad, Macri aprovechó el clima político y criticó al presidente Néstor Kirchner por "utilizar la confrontación para gobernar". "Siempre he dicho que éste es un gobierno intolerante", planteó Macri al salir de la reunión en el Colegio San Cayetano, de Liniers.

Unos minutos antes, elípticamente, Bergoglio también había hecho sus críticas. "La mansedumbre como virtud cívica va contra esa tentación de crispación, que atenta, como actitud humana, contra la cultura del encuentro", dijo el arzobispo de la ciudad de Buenos Aires.

Los dirigentes reunidos interpretaron de inmediato sus palabras como un cuestionamiento al estilo del diálogo presidencial. El lema de la jornada ya era bastante sugerente: "La política, mediadora del bien común. Democracia, desarrollo y justicia social".

Pensado como un "espacio de diálogo, reflexión y propuestas", según había anticipado el propio Bergoglio, el cierre fue el escenario perfecto para hacer consideraciones.

El cardenal aprovechó la ocasión y llamó a "juntarse a dialogar y a pelearse de frente como personas bien nacidas". Y añadió: "Aunque se nos vaya la lengua y tengamos que pedir perdón".

En el diálogo institucional es "más fácil restar que sumar", advirtió. Y lamentó que en algunos casos "la apertura al otro esté clausurada por posturas previas, por prejuicios".

"El prejuicio crea un muro que se va consolidando y no un puente, por eso no hay encuentro con el hombre, con la institución a la que prejuzgamos", señaló Bergoglio. Estaban también dirigentes como el candidato a vicepresidente de López Murphy, Esteban Bullrich, y los legisladores porteños Jorge Enríquez y Sebastián Gramajo (kirchnerista).

Para Bergoglio, la patología del desencuentro tiene tres pilares: la desinformación, la difamación y la calumnia. "Y aunque parezca el menos grave, la desinformación es la que provoca más desencuentros", dijo el cardenal.

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